domingo, 5 de febrero de 2012

Cuento contado en clase!!!


Había una vez  una princesa muy hermosa, que vivía en un gran castillo. Sin embargo estaba triste porque se sentía muy sola.
La princesa decidió que ya era hora de buscar novio. Buscaría entre los jóvenes de su reino. Decidió elaborar una prueba antes de decirse por alguno: se casaría con el joven que le trajera el regalo más conmovedor.
Recibió miles de regalos: flores y joyas en su mayoría. Sin embargo, recibió un regalo muy extraño: una piedra bastante sucia. Hizo llamar al joven que le trajo la piedra. Era apuesto, alegre y con una sonrisa cautivadora que enseguida llamó la atención de la princesa.

- ¿Por qué me trajiste esta horrible piedra?

Esa piedra simboliza mi corazón. Cuando te ganes mi corazón, la piedra se transformará.

 ¡Qué joven tan arrogante!- dijo la princesa.

Sin embargo, sus pensamientos no se apartaban de la imagen del joven. Soñaba con él y pronto descubrió que se había enamorado.

Empezó a agasajarlo con grandes regalos: caballos, tierras, casas,... Sin embargo, el joven rechazaba todos sus regalos.

La princesa se aferraba a la piedra y pensaba en cómo podía ganarse el corazón del muchacho. Se le ocurrió una idea.
Empezó a ayudar a los más pobres del reino, ayudaba a las familias con problemas, arreglaba las calles más maltrechas de su reino, mandaba construir grandes parques infantiles que hicieran las delicias de los más pequeños. Al principio solo lo hacía para ganarse la atención del muchacho pero pronto descubrió que le gustaba ayudar a los demás.

Una mañana descubrió que la horrible piedra se había convertido en un hermoso brillante. Ese mismo día apareció el joven para pedirle matrimonio.

Te has convertido en una gran persona. Me gustaría casarme contigo.

La princesa aceptó encantada y de esta manera se convirtieron en los reyes más buenos de todos los tiempos.

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